miércoles, junio 28, 2006

De vuelta a mi madriguera

Sigo vivo. A duras penas, porque la eliminación de España en el Mundial me ha dejado tocado, pero sigo vivo. Después de la dolorosa derrota, he vuelto a mi madriguera y de momento no pienso abandonarla. No necesito eso que llaman “el mundo exterior”: me basta con algo de comida (cuando se acabe la leche entera tendré que apañarme con la desnatada, todo esto con tal de no salir a la calle) y con un poco de música. Ayer intenté consolarme escuchando a Leonard Cohen y a Jeff Buckley, aunque al final de la noche no pude evitar la tentación báquica de escuchar el When the Music is Over de The Doors. Pues eso: una vez acabada la música, apaguemos la luz.

He de informar, para deleite y gozo de mis lectores, que mi refugio es una nueva madriguera. En un texto anterior comenté algo sobre la mudanza en la que Copycat y yo nos hemos visto envueltos durante la última semana. Básicamente, los dos tíos de la mudanza nos hicieron la púa que ya me temía: cobraron lo que quisieron y tuvimos que pagar sin rechistar. A partir de lo que nos sablearon, les he calculado el sueldo medio y sale a 6.000 dólares al mes para cada uno, tirando por lo bajo. Lo peor de todo es que, en la despedida, encima tuve que aguantar el cachondeo que vino cuando les expliqué a qué me dedicó (o pretendo dedicarme): “oh, claro, tú eres alguien que trabaja con la cabeza, no como yo, que soy un zoquete y trabajo con las manos. Ya me dijo mi padre que estudiara, pero fui tonto y no le hice caso”, me dijo uno de ellos. A mí me dieron ganas de contestarle: “no, chaval, el tonto soy yo. Tú sí que eres listo: te llevas una pasta por seis o siete horas de trabajo diario”. Si alguien considera a Arbusto una persona inteligente (cosa que dudo), le recomiendo encarecidamente que escoja una de estas dos profesiones: mudanzas o fontanería.

En cualquier caso, ya he ido digiriendo el clavo en estos últimos días. Más alegría me causó, sin duda, encontrar a dos primos que se quedaron con nuestro antiguo apartamento. Necesitábamos a alguien que se hiciera cargo de los dos últimos meses del contrato y, finalmente, pudimos pringar a una parejita de ingenuos. Él es un rumano que trabajó un tiempo en Tarragona y que emigró a este país hace un par de años, haciendo el truco que hace mucha gente: pides visado de trabajo para una de las provincias en las que nadie quiere vivir y, cuando ya estás dentro del país, das el salto a una de las grandes ciudades. Así que el chaval es un recién llegado al lugar, y no estaba en condiciones de decir “no” al apartamento que fue habitado por Arbusto y Copycat. En cuanto a ella, se trata de una chica que se enamoró del chaval en aquella remota provincia y que ahora viene a estudiar a una universidad de por aquí. Ella es la típica negra gordita, muy coqueta con su pelo y su ropa, algo así como una Beyoncé que hubiera pasado por los espejos del callejón del Gato.

domingo, junio 25, 2006

Versiones (dispares) de la izquierda europea

Hoy se celebra en Italia un referéndum para votar sobre el "sí" o el "no" a una reforma constitucional diseñada por Silvio Berlusconi antes de dejar el poder. Básicamente, los defensores del sí (Forza Italia, de Berlusca, y la Liga Norte) proponen un modelo en el que ciertas competencias sean transferidas a las regiones. Como se afirma en el siguiente teletipo,

"... la parte más controvertida es la que trata sobre el federalismo, pues el centro izquierda asegura que causará la división total del país entre el norte y el sur. De esta manera, con la aprobación de la Ley, a las regiones se les atribuirá la competencia sobre la organización de la sanidad y el presupuesto de los hospitales, todo ello con las entradas fiscales regionales."

La izquierda italiana, o lo que queda de ella, defiende el "no" porque considera que favorece a las regiones ricas del norte, que así dejarían de enviar dinero a las del sur. La pregunta arbustiana del día es la siguiente: ¿por qué la izquierda española vive en permanente idilio con los nacionalistas? ¿por qué se acaba de celebrar la aprobación de un Estatut que liquida el concepto de "solidaridad regional"?

Mientras tanto, los buenrollistas de Rivas-Vaciamadrid se gastan el dinero público en organizar foros que defienden cosas tan viables como "la ciudadanía universal y el derecho de cualquier persona a establecerse donde quiera". Entre tanto tumulto, lo único que veo es mucho ignorante y mucho trincón suelto.

miércoles, junio 21, 2006

Dos tíos con un camión

Pues nada, que nos cambiamos de casa. Copycat y servidor llevamos toda la semana moviendo cosas de un lado para otro y, si todo va bien, este jueves por la noche estaremos instalados en nuestro nuevo hogar. En los últimos días, siempre que hemos hablado a alguien sobre la mudanza nos hemos encontrado con dos tipos de diálogo muy definidos.

El primero:

- Nos mudamos.
- ¿Ah, así que os mudáis? ¿Es a un sitio más grande?
- No. Es un sitio más barato.

(se deduce de lo anterior que la gente piensa que nuestro apartamento es pequeño).

El segundo:

- Nos mudamos.
- ¿Os mudáis? ¡Menos mal! Porque el barrio en el que vivís es un poco…

(se deduce de lo anterior que no gusta nuestra calle. Se deduce, además, que la gente es muy hipócrita porque nadie había tenido huevos (agallas, para los lectores más pudorosos) de comentarlo antes. Por lo tanto, no será tan malo el barrio).

En resumen: nos piramos a un apartamento más barato y más céntrico, aunque algo más pequeño. La única putada es que seguimos con las mismas ventanas que hemos estado sufriendo todo el año. Me explico. Aquí las ventanas no tienen abridor y están integradas por tres placas de cristal superpuestas, cada una de las cuales sólo se puede mover unos cinco o diez centímetros. Así que resulta imposible mover el cristal porque inmediatamente choca con un tope que el ayuntamiento obliga a colocar por “motivos de seguridad” (literalmente, se dice que es para evitar “que niños y mascotas salten al vacío”). Además, las ventanas se llenan de mierda por el lado de fuera, porque resulta imposible desmontarlas (supongo que para evitar suicidios). Y sucede que dos españolitos como nosotros echamos de menos el ritual de limpiar los cristales con papel de periódico mojado en Cristasol.

Como decía, el jueves tiene que estar todo listo. Hemos contratado los servicios de una empresa que se llama Dos tíos con un camión, después de saber de sus servicios a través de un cutreanuncio colocado en la lavandería de nuestro edificio. Cobran 50 dólares la hora (qué mal suena eso) y, mientras Copycat mantiene que es una empresa de cierto tamaño, yo afirmo que el número de trabajadores de la compañía asciende, exactamente, a dos (los dos tíos con el camión, vamos). En realidad, los únicos indicios que tenga para sustentar mi hipótesis son: a) Su escasa infraestructura publicitaria; b) Que el número de contacto es un teléfono móvil (de uno de los dos tipos, según mi teoría).

Lo importante es que no nos claven demasiado con la mudanza. Aparte de esto, he de decir que hoy miércoles nos cortan internet-teléfono-televisión por cable y en principio nos lo instalan en la nueva vivienda este viernes por la mañana. Así que, entre unas cosas y otras, estaré unos días sin actualizar el blog.

lunes, junio 19, 2006

Celebración a la coreana

Ayer estuvimos en nuestro nuevo hogar arbustiano y, desde la terraza, pude grabar el siguiente vídeo. Tras el partido de fútbol entre Francia y Corea, que acabó con empate a 1, la afición coreana de la ciudad salió a las calles para celebrar el empate (¿por qué celebran un empate, por cierto?).

Se trata de un curioso documento antropológico, sin duda alguna.

sábado, junio 17, 2006

Motorizados

Hay que cumplir las normas de seguridad vial cuando se va en moto.

jueves, junio 15, 2006

Biorritmos kafkianos

Desde hace más de una década mi vida se rige por biorritmos kafkianos. Cuando utilizo el término “kafkiano” no estoy recurriendo a un adjetivo ya fosilizado en la cultura popular, como cuando se dice que algo es “dantesco” o “esperpéntico”. Todo lo contrario: no estoy hablando en lenguaje figurado, sino en estricto lenguaje literal.

Kafka trabajaba durante el día como supervisor de accidentes laborales, y durante la noche era el escritor (silenciado) que todos conocemos hoy. En cualquier edición decente de las obras del autor checo es posible encontrar los dibujos que éste enviaba a su empresa, en los que proponía cambios en la maquinaria para que los trabajadores no se cortaran los dedos o la mano. Al igual que T.S. Eliot, que trabajaba como gris oficinista en un banco londinense, Kafka representa un modelo de escritor muy típico del siglo XX: frente al bohemio del XIX (¿Baudelaire, Rimbaud, seguís por ahí?), el autor del XX se asegura un sueldo por las mañanas y luego escribe en sus ratos libres. Aunque siguieron existiendo autores más díscolos, como Joyce, quien no quiso tener trabajo fijo y prefirió sablear a conocidos mientras se gastaba el dinero en vino (por cierto, qué gran contestación la suya cuando le preguntaron por qué había rechazado una invitación a comer: “no quiero estar borracho a una hora tan temprana”).

El horario de Kafka en un día normal era, más o menos, el siguiente: iba a trabajar por la mañana, llegaba a casa a las cuatro o las cinco de la tarde, se pegaba una buena siesta (hasta las ocho de la tarde), salía a pasear y a comer algo, y volvía de noche para encerrarse en el dormitorio toda la madrugada. Quienes me conocen, saben que éste ha sido siempre mi ritmo vital.

Sin embargo, ahora las estoy pasando putas. En este mi lugar de destierro, el sol sale prontísimo, mucho antes que en España. Por ejemplo, hoy 15 de junio ha salido en Madrid a las 6:44 a.m., mientras que aquí lo ha hecho a las 5:36 a.m. ¿Qué significa todo esto? Pues muy sencillo: que mis célebres maratones nocturnos se acortan cada día más, porque ahora tengo que irme a la cama tempranísimo (me suelo echar dos o tres horas, para levantarme otra vez a las nueve de la mañana). Lo peor es que, como dice Copycat, según avanzan los días el sol sale un minuto antes y, al menos para mí, no hay nada tan horrible como que los primeros rayos de luz entren a las 4:30 o 5:00 a.m.

Así que toca aguantar hasta el 24 de junio, esa “entrañable” noche en la que la gente finge divertirse y que se caracteriza por ser “la más corta del año”. A partir del día 25, empezará a amanecer más tarde (cuenta atrás hacia la oscuridad invernal) y según llegue el otoño todos aquellos que tenemos biorritmos kafkianos podremos volver a sacar el búho que llevamos dentro.

miércoles, junio 14, 2006

Información de servicio

(cito a continuación un diálogo que tuvo lugar ayer martes en "La ventana", de la Cadena Ser. Según dicen en LD - les sableo el texto sin pudor alguno - iba a empezar un debate titulado "¿Por qué tenemos hijos?" cuando Manuel Delgado, ese aburrido hombrecillo que presentó el Telediario hace ya algunos años, pidió permiso para dar "una información de servicio". Que cada cual saque las conclusiones que quiera)
Manuel Delgado: ¿Antes me dejas que dé una información de servicio?

Gemma Nierga: Por favor.

MD: El miércoles 14 hay un mitin de Mariano Rajoy en el Palacio de Congresos de Cataluña que está en la Diagonal en la zona de Pedralbes, lo digo por si alguien quiere ir que sepa que estará allí y que hablará en público. Lo digo porque nuestros oyentes pueden tener interés.

GN: Supongo que no lo estará diciendo por si algún oyente tenga interés en boicotear el acto, ¿no, Manuel? Porque me gustaría que si es esa la intención no utilices este programa para animar a eso. Espero que sea para animar a los que quieran ir a escuchar a Rajoy y no animar a los que quieran boicotear el acto.

MD: No, no, por supuesto.

GN: Vale, vale.

MD: Pero ¿yo he dicho algo... a ti que te da a entender semejante intención?

GN: Es que ya nos conocemos un poquito...

MD: Eso es juzgar mis intenciones de una forma.. que no me gusta.

GN: Yo no he juzgado nada.

MD: Como el Partido Popular se queja de la marginación que es víctima aquí yo quiero hacer una contribución a desmentir semejante supuesto informando únicamente de que hay un mitin de Mariano Rajoy en Barcelona mañana... ¿cómo puedes imaginarte...? Gemma por favor... me cuesta continuar porque estoy por decir que me has ofendido. Pero en fin, lo voy a olvidar.

GN: Yo también voy a olvidarlo.

martes, junio 13, 2006

Reflexiones mundialistas

Me apetece hablar un poco del Mundial de Fútbol que se está celebrando en Alemania. Me temo que a muchos de mis lectores el asunto les interesa más bien poco, pero es que lo bueno de tener un blog es que puedes escribir lo que te dé la gana.

El domingo se enfrentaron Irán y México en la ciudad de Nuremberg. Cualquiera con un poco de cultura general sabrá que en esta ciudad se formó un tribunal contra los altos cargos nazis una vez acabada la Segunda Guerra Mundial. Y cualquiera que no esté lo suficientemente fascinado por el buenrrollismo (a.k.a. alianza de civilizaciones) sabrá también que el presidente de Irán niega el holocausto nazi sin pudor alguno. En general, se niega el holocausto en cualquier país musulmán, así que lo de Irán no constituye novedad alguna.

Lo interesante del partido del domingo era ver cómo se comportaban las autoridades alemanas con el vicepresidente de Irán, que venía a visitar a su equipo. Alemania es el país con la legislación más dura del mundo contra negacionistas, pero con Irán se ha bajado los pantalones. En un pueblo cerca de mi actual madriguera arbustiana, descubrieron hace un par de años que un tierno viejecito emigrado en los años 40 era, en realidad, un antiguo guarda de un campo de concentración. Se deportó al anciano y creo que ahora está inmerso en un juicio que lo llevará a la cárcel. Parece que para lavar las culpas del holocausto está de moda coger a ancianos y hacerlos morir en la cárcel, por muy enfermos que estén, porque con esa gente “no cabe la compasión”. Con motivo de un partido del Real Madrid en Alemania, hace ya algunos años, a los lumbreras de los Ultra Sur (fanáticos ultraderechistas del Real Madrid) no se les ocurrió otra cosa que hacer el saludo nazi nada más bajar del avión. Allí mismo, la policía los montó de nuevo en el aparato y los mandó de vuelta a casa, porque acababan de cometer un delito de apología del nazismo. Sin embargo, cuando una autoridad iraní llega a Alemania lo único que se le hace es “demostrar hospitalidad”. Muy bonito eso del doble rasero.

Decían que el fútbol modernizaría Irán, pero no parece que la cosa marche demasiado. Aunque se intentó dejar entrar a las mujeres a los estadios de fútbol (allí están locas por este deporte) de momento la prohibición sigue en pie, pues ya se sabe que no es decoroso que unas mujeres vean correr a hombres con pantalones cortos. Lo cachondo del tema es que cuando vino a jugar Irlanda a Teherán, en 2002, las autoridades islámicas permitieron a las mujeres irlandesas entrar al campo de fútbol. Pero, ¿no habíamos quedado en que eran seres impuros?

Dejemos Irán. A fin de cuentas, esta selección no vale un puto duro.

Brevemente, y sin querer aburrir a aquellos lectores poco interesados en el tema fútbol, resumiremos:

- Italia apesta. Equipo tramposo y teatrero por excelencia. Lo demostró ayer lunes contra Ghana.
- Argentina apesta. Me duele decirlo pero cada vez les sale más la vena italiana. Mal, muy mal. Ganaron a Costa de Marfil (guau, qué potencia futbolística) por un gol de diferencia y lo celebraron cómo si hubieran ganado la final. Maradona, muy excitado en la grada, no paraba de gritar y saltar.
- Inglaterra apesta. Tampoco se puede esperar más de ese corral insular, de esa agrupación de ignorantes vestidos de orgullo imperial. Mal equipo, peor entrenador, putrefacta afición y vergonzosa prensa (con alguna excepción, como el Guardian).
- Portugal es muy malo. De hecho, muy chungo tiene que ser ese país para que la gente sienta complejo… ante los españoles. Ganaron a Angola 1-0 el otro día y todavía presumían al estilo “eh, negritos, que nosotros fuimos los que os colonizamos”.

No seguiré para no aburrir al pueblo. Pero volveré.

viernes, junio 09, 2006

La boda de David Bustamante


Érase un hombre a una panza pegado, érase una panza superlativa.

David Bustamante se nos casa y eso, a estas alturas, ya no sabemos si es una buena o una mala noticia. Este energúmeno se hizo famoso a fuerza de lágrimas artificiales en Operación Triunfo, lágrimas hipócritas que le hicieron ganar los corazones de las quinceañeras españolas (cerebro hay poco que ganar ahí). Entre los llantos y el macrotongo que hizo su familia con las plataformas de móviles, el señor Bustamante se salió con la suya y logró quedar entre los tres finalistas de la primera edición del concurso.

Desde el 2002 hasta ahora, este energúmeno ha venido dando tumbos con mayor o menor fortuna. Al principio jugó a ser un cantante melódico, porque para eso él admiraba la canción italiana (o eso decía), hasta que la productora le dijo que se dedicara a ser “más latino”. Así que desde el verano pasado camina este cántabro de pro (recordemos esa fétida campaña publicitaria con el chaval en bicicleta de montaña, mientras publicitaba la región con calzoncillos que se le transparentaban) muy metido en eso del reggaeton, demostrando así la coherencia ética y estética de su proyecto musical.

Que el chaval desfasa con la falopa (no se dice “farlopa”, chavales, miradlo en la RAE) siempre fue un secreto a voces, y que a Busta se le iba la mano con su ex novia no se sabe si es cierto o no, pero de momento ya ha ido a juicio acusado de malos tratos. Después de acabar a hostias (metafóricamente, digamos) con una modelo de la que dijo que iba a ser la madre de sus hijos, ahora llega Busta con eso de que contrae matrimonio con Paula Echevarría – actriz de medio pelo – porque ya se sabe que entre tanta boda gay los pocos machos que quedan en España tienen que hacerse notar. Cuando le han preguntado por qué ninguno de sus compañeros en OT acudirá al enlace, el chaval ha respondido que lo que pasa es que sus amigos tienen mucho trabajo. Pues será mucho trabajo picando en la mina, dice Arbusto, porque quitando Bisbal y alguno más poco éxito duradero han tenido los triunfitos. No van a la boda porque no lo soportan, y punto.

La foto de arriba lo dice todo: hermosote, rotundo, como una estatua de Botero. Hecho una maza, como se dice en mi pueblo. Con ese tatuaje y ese pelo parece que acaba de aterrizar directamente desde Medellín.

jueves, junio 08, 2006

Derribando fronteras

Resulta muy común en los Estados Unidos eso de reciclar a antiguos deportistas como periodistas de la cosa. En España siempre se ha llevado lo de contratar a ex futbolistas para que comenten los partidos de la Liga de Campeones o de la selección, pero en los “e, e, u, u,” (como diría Urdaci) lo que se hace es que se les da directamente un micrófono y se les lanza a entrevistar a deportistas en activo. Aunque supone un flagrante caso de intrusismo laboral, creo que puede llegar a dar resultados muy buenos siempre que el ex deportista sea un tipo con talento.

Viene todo esto porque ayer estuve viendo un reportaje sobre Rafa Nadal a cargo de Mary Joe Fernández. La tal Fernández tiene ahora 35 años y ya nadie se acuerda de ella, pero en los tardíos ochenta gozó de bastante fama en nuestro país. ¿Por qué? Muy sencillo: porque tenía “raíces españolas”. Siempre me ha hecho gracia el rollo nacionalista español aplicado al deporte, no en clave ideológica como en Cataluña o el País Vasco sino más bien como exaltación cutre-patriótica al estilo Paco Martínez Soria. En los ochenta, cuando no se hablaba de globalización y la comunidad hispana en los Estados Unidos no era tan visible como ahora, hacía mucha gracia eso de que una tenista se llamara Fernández. Aunque esta tía sólo ganó seis torneos en toda su vida, lo cierto es que cada victoria suya (aunque fuera en octavos de final de un torneo en Perpignan) recibía su par de minutos de atención en los informativos de televisión. “Mary Joe Fernández, de descendientes asturianos, pasa a la siguiente ronda en el torneo de tal y tal…” A María Escario, que más que una mujer es un concepto atemporal, le hacía mucha ilusión eso de cantar las gestas de la Fernández. En realidad, Fernández nació en República Dominicana y creo que algo de sangre española tendría que tener por ahí, pero poco más. Pero bueno, el caso es que era muy socorrida para llenar minutos en televisión.

Lo de Mary Joe Fernández no fue nada comparado con el éxtasis popular producido por el españolísimo de ultramar por excelencia: el nadador Martín López Zubero. Este chaval nació en Jacksonville (Florida) y tenía las nacionalidades yanki y española, pero prefería competir con España porque entre los nadadores de EEUU la competición era mucho más dura. Recuerdo una sombría tarde de domingo en casa de mi abuela con toda la familia materna pegada al televisor para ver, por primera (y última) vez una final de natación. Corría el año 1991 y el “español” López Zubero se proclamó campeón mundial tras ganar los 200 metros espalda por sólo una milésima de ventaja (esto demuestra que no era un español de verdad, porque entonces habría perdido por una dichosa milésima). Los días siguientes, Escario y compañía bombardearon al pueblo con reportajes sobre “el nadador español Martín López Zubero”, pero nunca se decía lo de su doble nacionalidad ni tampoco se mencionaba su lugar de nacimiento. Lo peor de todo aquello era que el chaval hablaba castellano con muy poca soltura, y rozaba el ridículo en cada entrevista.

Estas paletadas de vender orgullo patrio con gente que pasa del país ya no son tan frecuentes. Ahora lo que se lleva es nacionalizar deportistas provenientes de otros países, mediante un doble proceso que consiste en: a) Comprarlos tirando de talonario (que para eso se hace con dinero público); b) Maquillar obscenamente su biografía. De este modo, la que antes era la nadadora rusa Nina Jivaneskaia es ahora “la nadadora española de origen ruso”; y la corredora nigeriana Gloria Alozie es presentada como “la corredora de origen nigeriano”. Sinceramente, creo que resulta patético que para conseguir una o dos medallas en cualquier mierda de competición haya que robar talentos a países más pobres. Otras veces la picaresca española va más lejos y las autoridades incurren directamente en el fraude, como cuando se aprovechó una estancia del equipo cubano en España para sacar a la saltadora Niurka Montalvo del hotel y amañarle un matrimonio con un médico español. Su boda fue más falsa que la de Sara Montiel y en un par de años se divorció del marido, cuando ya había logrado la medalla que el ministerio de Deportes le había exigido. En un país desarrollado todo esto habría sido calificado como delito, pero ya se sabe que en Hispania gusta mucho eso de utilizar dos varas de medir.

Y qué decir de “Juanito” Muehlegg, ese esquiador alemán muerto de hambre al que dieron la nacionalidad española para que ganara tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City (2002). Nadie quería decir lo raro que era que un mediocre atleta ganara tantas cosas de golpe, hasta que un día la agencia antidopaje lo cazó con más medicamentos que un caballo. Tras el escándalo, se pidió (como siempre) la dimisión del secretario de Estado para el Deporte y (como siempre) éste pasó del tema. Al final, al tal Muehlegg le quitaron las tres medallas, España hizo el ridículo internacionalmente, la prensa le retiró el cariñoso apelativo de “Juanito” y le volvió a llamar Johan… y para colmo de males, la Federación Murciana de Esquí se quedó sin “Juanico”, su afiliado número 1 (yo vi el carnet en televisión, juro que es verídico).

martes, junio 06, 2006

El iPod según Arbusto

El otro día vi en televisión el anuncio que Ridley Scott grabó en 1984 para anunciar el lanzamiento de una nueva marca informática llamada Apple. Al parecer pusieron en manos de Scott un presupuesto considerable teniendo en cuenta los tiempos que eran. Por supuesto, esta anuncio nunca llegó a España (si lo hizo, que alguien me lo diga).

Creo que lo mejor del anuncio es la leyenda final: 1984 no será como “1984”. Pero ahora, 22 años después, me pregunto si el monopolio de iPod en el tema MP3 no se acerca cada día más a ese 1984 al que decían combatir. Soy de los que aplaude (o más bien, envidia) a aquellos que tienen la pasta suficiente como para comprarse un iPod de 30 o 60 gigas, pero me parece muy de rebaño de ovejas comprar un iPod de 1 o 4 gigas por el precio por el que otras marcas te dan 8 o 10 gigas. Vamos, que hay mucho borrego que quiere presumir de cacharrito blanco a toda costa, aunque en realidad no le entren más de 500 canciones en la memoria. Habida cuenta de que en España son pocos los que usan iTunes y muchos los que tiran de la mula, vale la pena pensar un poco y pillarse un reproductor de marcas como Creative, por ejemplo.

Y dicho esto, pongo aquí el célebre anuncio de Ridley Scott en dos versiones: una original y otra restaurada. Aparte de algún retoque en el color, se supone que son iguales. Pero, ¿es realmente así? Mejor que lo comprueben los lectores arbustianos.



viernes, junio 02, 2006

La zorra que llora


Vale la pena hacer un repaso de todos los rostros conocidos que se han acercado a visitar la capilla ardiente de Rocío Jurado (en la página web del diario El Mundo se pueden ver 33 fotografías distintas de los visitantes). He visto que toda la gente aparece con cara seria, rostro compungido… excepto la última persona de la serie. Mientras la peña trata de aguantar el tirón con cierta dignidad, aparece la ¿artista? Belén Esteban rompiéndose en lágrimas como si aquello fuera el fin del mundo.

¿Por qué?

Es bien sabido que Belén Esteban cobra dos tarifas distintas cuando acude a programas del corazón: una para cuando se le pide que raje contra alguien, y otra más alta cuando se le pide que además de hablar se ponga a llorar en público. Lo peor es que la tía no tiene ningún problema en ponerse a llorar delante de la cámara si así lo ha pactado previamente. Me parece mucha casualidad que los allegados de Rocío Jurado mantengan el tipo mientras esta sinvergüenza monta el numerito delante de los fotógrafos.

Hay pocas cosas más repugnantes que ir a un velatorio para autopromocionarse delante de los medios de comunicación. Después de este sucio numerito como plañidera barata, sólo nos queda preguntarnos: ¿Qué será lo próximo de Belén Esteban?