miércoles, noviembre 30, 2005

Demócratas

Como no estoy afiliado a ningún partido político, y ni siquiera pierdo el tiempo en ir a votar, tengo la independencia necesaria para decir lo que me dé la gana. Lo de ERC me parece la cosa más ridícula vista jamás.
(He dicho "ridícula", por no decir "peligrosa"). Definitivamente, a este gentecilla no le termina de gustar la libertad de expresión.

Idiomas

Cada vez que hablo con alguien de Chequia, Estonia o cualquier otro país del Este se me cae el alma al suelo. ¿Cuál es la jodida razón por la que hasta el más inútil de los eslavos habla un mínimo de cuatro idiomas, mientras los españoles vivimos en el pozo de la ignorancia? Unas veces me inclino por la explicación culturalista, pero la mayoría de las ocasiones creo que debajo de todo esto sólo hay diferencia genética. Algo tendrán esa gente en su cerebro que les permite absorber idiomas con total naturalidad.

¿Cómo aprenden idiomas los españolitos?

- “I am Muzzy” Nefasto programa de divulgación infantil que tuvo cierta popularidad en los late eighties. Un monstruo sin gracia ninguna pronunciaba vocablos con voz de ultratumba. Advierto con horror que está a la venta una versión del curso para aprender español con Muzzy. No quiero pensar en los daños irreparables que producirá en el córtex de esos niñitos aspirantes a políglotas.

- Planeta Agostini. Que esos cursos hayan sido los más populares en España durante dos décadas deja bien claro el nivel intelectual de la nación. Su única estrategia consistía (¿o se siguen vendiendo todavía?) en lanzar el primer fascículo a 100 pesetas, y luego incluían un formulario de pago anticipado para cazar a unos cuantos pardillos. Vieja técnica kiosquera, por cierto. Aunque, ahora que lo pienso, ¿quién no ha comprado el primer fascículo de italiano, o de alemán, o de ruso? No hay de que avergonzarse: tenemos lo que nos merecemos.

- Cursos de la BBC. Los pasaban (¿los siguen emitiendo?) a las siete de la mañana por la 2. Por supuesto, no los seguía ni el Tato Abadía. La estética era muy british años ochenta, momento privatización thatcherista a saco.

- Cursos de la UNED. Una variante del anterior. Te mandaban unos ejercicios para rellenar en papel, y luego ponías la radio para corregirlos. Me temo que, debido a nuestro endémico atraso tecnológico, estos cursos todavía existan.

- Erasmus. El programa estrella. El rey de la fiesta. El chocho de la Bernarda. Con dinero público (para qué cambiar las buenas costumbres) la UE se dedica a pagar un año de vacaciones a unos niños de papá que quieren jugar a ser independientes. [salvo honrosas excepciones, como el campeón de mi hermano, que estudia Filosofía en Friburgo] El Orgarmus ni es beca ni es nada, y excepto algunas plazas en Francia, Alemania y Bélgica, el resto consiste en decenas de lugares en los que no se aprende idioma alguno. Aparte de Italia, sangrante lugar para hacer el vago, contamos con exóticos destinos como Finlandia, Suecia, Letonia y Polonia. Luego viene la gente poniendo en los currícula: “sueco, nivel medio”, cuando se han pasado el año chapurreando inglés y comiendo galletas en la residencia universitaria.

sábado, noviembre 26, 2005

Bicicletas

La Vuelta a España viene siendo un coñazo desde hace muchos años. A principios de los 90 venían corredores buenos, y al menos veíamos el bigotón de Pedro González a final de cada etapa. Recuerdo cuando Tony Rominger le levantó la vuelta a Montoya en la última contrarreloj. Era un día de lluvia de esos chungos-chungos, y tuvieron a "Jesusito" Montoya en el plató durante 40 minutos mientras hablaban con todo dios. El chico estaba muerto de frío y se tenía que aguantar las lágrimas. TVE fue muy cruel con el chaval.

Ahora no quedan corredores buenos ni periodistas de raza. Bueno, para ser justo tengo que reconocer que todavía me mola ver a Iñaki Cano agarrado al motorista mientras baja a todo leche puertos asturianos entre la niebla y el granizo. Yo creo que este pollo se inventa lo que dice, porque siempre se pierde la conexión y es imposible que alguien pueda ver más allá de diez metros. En cualquier caso, me gusta.

Parece confirmado que Roberto Heras se dopó. Con Heras, ganador de cuatro ediciones de la Vuelta, se cae el mito del corredor jornalero salido de un pueblo de las Españas. Concretamente, Heras es de Béjar (Salamanca), el pueblo del mítico Lale Cubino. Este tío nunca ganó una carrera de tres semanas nada pero dio una exhibición en Luz Ardiden que yo pude ver, siendo un infante, en un salón de televisión que había en mi cámping. En aquel cámping (de segunda categoría) podía ver el Tour de Francia después de El coche fantástico.

Propongo una lista de corredores teóricamente limpios de dopaje, pero que no pueden escapar al ojo escrutador de Arbusto el Guerrero:

- Zenon Jaskula. Que vaya por delante que me parece el mayor crack de la historia. Este hombretón es un polaco cuyo único logro fue quedarse tercero en uno de los Tours que ganó Induráin. Tenía la rara habilidad de aguantar el ritmo de los escapados aunque parecía que se quedaba descolgado. De hecho, la expresión “hacer la goma” es ya sinónima de “hacer el Zenon”, o al menos así la utilizo yo. Tan rápido como saltó al estrellato, el bueno de Zenon desapareció del mapa. Súbita aparición, rápida retirada, deportista del Este de Europa… blanco y en botella, leche.

- Iban Mayo. Este chicarrón del norte era el hombre destinado a llevar al Euskaltel al Olimpo de los dioses. En 2003 ganó la etapa de Alpe d´Huez y aquello parecía que iba a ser una fiesta continua, como diría Gorbachov de sus años mozos. ¿Dónde están tus galopadas, Iban? ¿Ubi sunt?

- Peter Luttenberger. Un austriaco amante de las alturas. En 2000 fue el mejor escalador del Tour y terminó el 21 en la clasificación general. Parecía que no llevaba cadena en la bicicleta. Después, no volvió a correr en Francia, y preferió correr carreras como la Vuelta a Alemania. Mi bien amado Quic llegó a bautizarlo “Epo” Luttenberger.

- Santiago Botero. Era la bala colombiana. Pulverizó al mejor Armstrong en una contrarreloj de hace unos años. Pegó el atraco firmando un contrato de cojones con el entonces Telekom, pero ahí acabo todo. Se le acabó la gasolina al chaval.

sábado, noviembre 12, 2005

Sardá

“Llevo guardaespaldas porque estoy amenazado por grupos ultraderechistas. Es un lastre…”

Javier Sardá es un mísero subnormal. Después de repartir mierda por arrobas durante ocho años (recordemos, sin ir más lejos, su curiosa afición a humillar a deficientes mentales en público) ahora se dedica a representar el papel de héroe socialista perseguido por las SS hitlerianas.

No te voy a dedicar más tiempo. Sólo te deseo lo peor en lo que te queda de existencia. Así de simple.

miércoles, noviembre 09, 2005

Apodos

Hoy hacían mención los Haters a algunos de sus compañeros de instituto. Al ver que mencionaban a alguien llamado el chino, me ha venido a la cabeza una serie de apodos arquetípicos que se repiten invariablemente en cualquier pueblo de la piel de toro. Espero que el desocupado lector ponga cara a los siguientes alias:

- El pepino: suele ser por la cabeza alargada.
- El latas: el mecánico del lugar.
- La Monster: cruel apodo para una chica no muy agraciada.
- El guapo: versión irónica del apodo anterior.
- El feo: versión realista del apodo anterior. Yo casi lo preferiría, la verdad. El alias me recuerda a un chico muy malo que jugaba en mi equipo de juveniles. Por eso lo ponían de lateral derecho: para que al cagarla no se notara tanto.
- El morcilla: no sé la razón para el apodo.
- El cartucho: tampoco lo sé.
- El-del-alcalde: hijo del alcalde, no importa hace cuánto tiempo que el que el padré gobernó.
- El viudo: motivos obvios. En mi pueblo, el viudo tienen una ferretería en la que con un poco de suerte te puede atender… su mujer. No me preguntéis por qué.
- El conejo: de paletas compactas.
- El pastis: obvio. Se admiten variaciones tipo el porris, el porro, etc.
- El dormido: ése era yo por las mañanas del instituto (y lo sigo siendo, para qué negarlo).

viernes, noviembre 04, 2005

Azul prusiano

Lo mejor de no escribir para las masas es que los pocos que leen a Arbusto Guerrero son gente que vale la pena. Me informa John Coltrane, a quien no tengo el placer de conocer en persona, de la existencia de un dúo musical integrado por deliciosas chicas. Estas rubitas, de trece años de edad, no son las gemelas Olsen sino las hermanitas Lamb y Lynx Gaede.

A pesar de su apariencia, las hermanas Gaede no se andan con chiquitas. Su primer disco causa furor en Estados Unidos gracias a sus mensajes de “nación blanca”. Estas nacidas en Bakersfield (California) empezaron a participar en conciertos para fascistas desde los nueve años (se me ocurre un Eurojunior en plan heavy), y ahora se declaran “orgullosas de ser blancas” y se ponen como misión “mantener la pureza de la raza”.
Entre sus hits más sonados destaca Sacrifice, un tema en honor a Rudolf Hess, que no es el portero del Barcelona en la primera época de Van Gaal sino uno de los esbirros de Hitler.

A las chicas las llaman “azul prusiano” (“Prussian Blue”) porque el color de sus ojos salvaguarda la belleza de ese excelso gen ario que siempre mereció gobernar el mundo.

miércoles, noviembre 02, 2005

Agenda de trabajo

"El Príncipe de Asturias reanuda hoy su agenda de trabajo prevista para esta semana dos días después del nacimiento de su hija Leonor." (publicado hoy, 2 de noviembre)

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Invasión

Por si algún despistado no conoce el vídeo todavía, aquí pongo el link. Arbusto Guerrero siempre ha mantenido que, para que un país esté lleno de patriotas y extremistas religiosos, es necesario que la gente viva enterrada en la incultura. En este vídeo de la CNN queda de manifiesto hasta dónde llega la ignorancia en Estados Unidos.

El reportero pregunta cuál es el siguiente país que USA tiene que invadir. Las contestaciones son de lo más variado. Además, todos los entrevistados pican el anzuelo final: cuando eligen un país, les dan un mapa con el nombre de dicha nación en el lugar de Australia. Luego le dicen que pongan una banderita encima del país y, claro, todos se van derechos contra nuestras antípodas... aunque bien pensado, no estaría mal meterle un paquete al hijoputa de Tim Howard, el George W. Bush en versión canguro.