Idiomas
Cada vez que hablo con alguien de Chequia, Estonia o cualquier otro país del Este se me cae el alma al suelo. ¿Cuál es la jodida razón por la que hasta el más inútil de los eslavos habla un mínimo de cuatro idiomas, mientras los españoles vivimos en el pozo de la ignorancia? Unas veces me inclino por la explicación culturalista, pero la mayoría de las ocasiones creo que debajo de todo esto sólo hay diferencia genética. Algo tendrán esa gente en su cerebro que les permite absorber idiomas con total naturalidad.
¿Cómo aprenden idiomas los españolitos?
- “I am Muzzy” Nefasto programa de divulgación infantil que tuvo cierta popularidad en los late eighties. Un monstruo sin gracia ninguna pronunciaba vocablos con voz de ultratumba. Advierto con horror que está a la venta una versión del curso para aprender español con Muzzy. No quiero pensar en los daños irreparables que producirá en el córtex de esos niñitos aspirantes a políglotas.
- Planeta Agostini. Que esos cursos hayan sido los más populares en España durante dos décadas deja bien claro el nivel intelectual de la nación. Su única estrategia consistía (¿o se siguen vendiendo todavía?) en lanzar el primer fascículo a 100 pesetas, y luego incluían un formulario de pago anticipado para cazar a unos cuantos pardillos. Vieja técnica kiosquera, por cierto. Aunque, ahora que lo pienso, ¿quién no ha comprado el primer fascículo de italiano, o de alemán, o de ruso? No hay de que avergonzarse: tenemos lo que nos merecemos.
- Cursos de la BBC. Los pasaban (¿los siguen emitiendo?) a las siete de la mañana por la 2. Por supuesto, no los seguía ni el Tato Abadía. La estética era muy british años ochenta, momento privatización thatcherista a saco.
- Cursos de la UNED. Una variante del anterior. Te mandaban unos ejercicios para rellenar en papel, y luego ponías la radio para corregirlos. Me temo que, debido a nuestro endémico atraso tecnológico, estos cursos todavía existan.
- Erasmus. El programa estrella. El rey de la fiesta. El chocho de la Bernarda. Con dinero público (para qué cambiar las buenas costumbres) la UE se dedica a pagar un año de vacaciones a unos niños de papá que quieren jugar a ser independientes. [salvo honrosas excepciones, como el campeón de mi hermano, que estudia Filosofía en Friburgo] El Orgarmus ni es beca ni es nada, y excepto algunas plazas en Francia, Alemania y Bélgica, el resto consiste en decenas de lugares en los que no se aprende idioma alguno. Aparte de Italia, sangrante lugar para hacer el vago, contamos con exóticos destinos como Finlandia, Suecia, Letonia y Polonia. Luego viene la gente poniendo en los currícula: “sueco, nivel medio”, cuando se han pasado el año chapurreando inglés y comiendo galletas en la residencia universitaria.
2 Comments:
Que quede claro que este cabroncete me ha robado el post! Es lo malo de hablar con tu rival sobre un tema susceptible de ser comentado en un blog. La venganza será terrible, voy a montar guardia junto al ordenador, me beberé sus cocacolas, le recortaré el alpiste...
Stay tuned!
JA! Pues yo he ligado con una del Este entrándola con esta absurda baza:
Hater (borracho): ¡Hola!
Maja: Hi... How are you?
H: I'm fine, thanks, and you? jaja this is like Muzzy.
M: Yes! jaja
Evidentemente ella no tiene ni puta idea de quién es Muzzy, pero como le gustaba mi culo pues a reírse. Conclusión: mejor estar bueno que ser gracioso.
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