lunes, marzo 12, 2007

Una reflexión aparentemente intrascendente pero que sirve para entender el post de abajo y también los últimos que he escrito

Últimamente he reducido mi ciberactividad a una entrada por semana, en lugar de las dos (o incluso tres) que me cascaba meses ha. También he limitado bastante mis áreas de interés, y ahora me ocupo sobre todo de idioteces sin trascendencia que encuentro en televisión y en internet. Como todo en la vida, nada de esto es casual. Cuando puse en marcha este blog hace casi dos años mi intención (no mi única intención, en cualquier caso) era darle caña a la clase política española, algo muy fácil vista la mediocridad endémica de esa gentuza que se encarga de la res pública. El problema es que el tema ha dejado de hacerme gracia, porque percibo que España avanza hacia un radicalismo que me preocupa enormemente. Y todo gracias a la pestilente marea de acusaciones, insultos y otras cosas peores que se viene formando desde el maldito 11 de marzo de 2004 (¡buen trabajo, servicios secretos marroquíes!). Cada vez que leo o escucho algún medio de comunicación me doy cuenta de que el país está fracturado, y por eso no me apetece entrar a formar parte de esta macabra situación. A miles de kilómetros, en mi exilio de Kabul, no puedo dejar de percibir el espíritu cainita tan inherente a los españoles. Creo que hasta que no pasen las elecciones generales (¿tocan en 2008, no?) la cosa va a ir incluso a peor. Después, no sé qué pasará, pero hasta entonces lo único en lo que puedo pensar es en taparme la nariz para no oler la mierda.

Hace unos meses prometí no escribir de política nacional y creo que he cumplido bastante bien. De momento intentaré seguir con esta ley del silencio, aunque me reservo el derecho de opinar sobre política siempre y cuando sea más allá de las fronteras de la magna España. Ya sé que es un poco injusto dar lecciones a los demás sin haber puesto orden antes en mi casa, pero esto es lo que hay, amigos... Aquí abajo me marco un breve post sobre mi estimado Hugo Chávez, energúmeno iletrado donde los haya.

3 Comments:

At 9:05 a. m., Blogger Unknown said...

¿Cómo lo haces? yo trato no hablar de política nacional pero es que creo que si no lo hago me reventará algo por dentro. y será algo muy asqueroso y al final me rajo y hablo... y hablo... y me doy cuenta de lo que digo y entonces me deprimo.

es un sino, supongo...

 
At 1:53 p. m., Anonymous Anónimo said...

Haces muy bien, Arbusto. Todo lo que sea no echar leña al fuego es admirable. Intenta mantener tu posición de respeto cueste lo que cueste. No podemos querer formar parte de algo desagradable.

La calma también suma.

 
At 5:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Usted escriba, que aquí nos lo pasamos bomba leyéndole.

Postdata:

"Aquí" pronto será el Ministerio de Exteriores

 

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