viernes, febrero 17, 2006

Mis problemas con la telefonía

Me ha vuelto a pasar. Suelo ser un tipo que no se altera ante nada (también es cierto que la mayor parte del tiempo la paso durmiendo, medio dormido, a punto de dormirme o alcoholizado, a medio alcoholizar, etc.) pero hay ciertas cosas que pueden joderme mucho. A día de hoy, el teléfono móvil es mi peor pesadilla.

Recapitulemos: en este país los contratos de telefonía son de un mínimo de dos años. No está la economía de uno como para afrontar semejantes compromisos, así que tengo que utilizar tarjeta telefónica. Con los problemas que ello conlleva:

- Por aquí no se maneja el concepto “recargar desde un cajero”. Hay que ir a sitios muy específicos y comprar una tarjeta que luego se activa llamando a un número de teléfono y leyendo un número de 14 cifras. Muy cómodo todo, como se ve.
- Las recargas mínimas no son de 5 o 10 euros, sino de 20 dólares (las de 10 dólares las retiraron del mercado hace unos meses).
- La recarga tiene un tiempo de validez de 30 días. Si no gastas el dinero pasado este periodo, peor para ti: el dinero habrá volado.
- Cada vez que alguien te llama, te descuentan dinero. Escandaloso para alguien que tenga un móvil en Europa, pero real en este lado del Atlántico. Esto no sucede a los que tienen contrato.
- Si te quedas sin saldo, no puedes ni recibir llamadas ni recibir mensajes.

Conclusión: una mierda. Pero esto no es lo peor. ¿Qué pasa cuando Arbusto recibe cada día llamadas preguntando por el anterior titular del número de teléfono? Pues nada: que a uno le cuesta 40 o 50 centavos el tener que decir eso de “no hay ningún Jim. Se ha equivocado”. La situación es curiosa porque, una vez descolgado el teléfono, ya me da igual hablar diez segundos que 30, 45 o 55: la cuestión es no superar el minuto. Así que intento saber algo más de quien llama, algo absurdo dado el hecho de que la otra persona sólo quiere colgar de inmediato. Normalmente no consigo ninguna información suculenta, así que gasto mi dinero en balde. Y, visto que el 80% de las llamadas que recibo van en realidad dirigidas al antiguo usuario, los 20 dólares mensuales se evaporan sin haberlos apenas utilizado. Un timo.

Al principio me decía: “son cosas que pasan”. Pero ahora estoy pensando que igual se trata de una estrategia de la compañía telefónica para obligarme a pasarme al contrato. Quizá penséis que soy muy retorcido, pero es que tengo experiencia en estos temas. Recuerdo que, hace ya algunos años, un aluvión de llamadas anónimas estuvo despertando a la gente de mi pueblo. Era siempre de madrugada y el teléfono sonaba de manera automática. La peña estaba muy mosqueada y por eso todo el mundo decidió cambiar el teléfono y comprar… el nuevo modelo que Telefónica estaba vendiendo (con Domo incluido para detectar llamadas entrantes). Mi hermano y yo tenemos la teoría de que esas llamadas estaban programadas desde la cúpula de la empresa, para que la plebe picara el anzuelo y comprara el por entonces ultranovedoso Domo. ¿Se estará repitiendo la historia con mi teléfono móvil?

3 Comments:

At 8:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

Uf, menuda mañanita; los "pigs" de copycat, el atraco sin pistola de las compañías telefónicas a arbusto, y encima me ha dado por entrar en el blog del Ambassador para saber de qué trata...

todo eso ha sido el cubo de agua fría, pero la "guantá" con mano abierta viene de malaprensa.com

http://www.abc.es/abc/pg060214/prensa/noticias/Madrid/Madrid/200602/14/NAC-MAD-210.asp

si queréis otro punto de vista http://wonkapistas.blogspot.com/2006/02/las-bodas-religiosas-el-doble-de-caras.html

 
At 10:18 a. m., Blogger arbusto el guerrero said...

Como me imaginaba, el estudio "sociológico" es una de esas chapuzas que luego sirven para publicar titulares "impactantes" en esa prensa tan seria como la española.

Una cosa está clara, amigo Coltrane: ¿por qué no se dedica a ganarse la vida amenizando bodas varias con su elegante música? Sería negocio asegurado.

(por cierto, tengo una historia sobre músicos y bodas que podría interesarle. Quizá la escriba este fin de semana. Who knows...)

 
At 10:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

Por una vez no eres retorcido: está claro que te están abrasando a llamadas para que te pases a contrato.
Sí me parece un tanto roñoso intentar apurar al máximo el minuto con los que dicen haberse equivocado.

 

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