Desmontando a César Vidal (segunda parte)
Tranquilo, desocupado lector, que César Vidal da para mucho más. Si la Historia de España es pan comido para él, es evidente que un suceso como el holocausto nazi no podía dejar de tener el “honor” de llamar la atención de nuestro amigo. Como no me gusta salpicarme de estiércol, transcribo unos fragmentos de El holocausto a debate. Respuesta a César Vidal, publicado en internet por Enrique Aynat (¿será Enrique Anaut metido a historiador? No lo creo).El libro puede descargarse en PDF en este link. En las páginas 5 y 6 de su libro, Aynat resume en primer lugar las modestas intenciones de Vidal (cita un fragmento de la introducción que hace Vidal), para desnudar después la precariedad de los argumentos de nuestro historiador favorito.
Cito a continuación lo que dice Aynat (lo que entrecomilla Aynat son palabras de Vidal):
Vidal expresa con claridad la finalidad de su obra:“¿Necesita el Holocausto ser sometido a una revisión? El autor de estas líneas piensa que, efectivamente, así es. Incluso iría más allá, hasta el punto afirmar que, ciertamente, realizar una revisión del Holocausto constituye una de las tareas más necesarias en el momento histórico actual, siempre que la misma arranque del análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables. Esa es la finalidad del presente estudio. No se trata de una obra acerca del Holocausto como tal. Más bien constituye un análisis de la labor realizada en relación con el mismo por parte de los autores revisionistas.” [esto es una cita de lo que Vidal dice en su libro]Sin embargo, ninguno de estos objetivos va a ser alcanzado. La obra resulta ser un fiasco absoluto. Vidal, como se verá más adelante, ni realiza una revisión del Holocausto, ni ha tenido acceso a las “fuentes históricas contrastadas e irrefutables”, ni su análisis sobre los historiadores revisionistas puede tomarse en consideración.Un poco más adelante, Aynat (pág 20) comenta los libros que Vidal incluye en su bibliografía, demostrando que no tiene ni idea sobre el tema:En resumidas cuentas, el material empleado por Vidal para “analizar el fenómeno de la literatura revisionista” se limita a tres libros – dos de ellos, escritos hace más de treinta años – y a cinco folletos. Además, algunos de los autores citados por Vidal son completamente desconocidos en los círculos revisionistas internacionales. Ni S. Borrego ni S.E. Castan son citados siquiera una vez en el extenso índice de autores de la principal revista revisionista, “The Journal of Historical Review”, que recoge 739 artículos de fondo y recensiones de obras publicadas a lo largo de 13 años. Por otro lado, Vidal no menciona ni una sola obra – libro o artículo – de autores revisionistas de la talla de Robert Faurisson, de Carlo Mattogno, de Wilhelm Stäglich o de Mark Weber. Tampoco menciona el trabajo principal de A.R. Butz, “The Hoax of the Twentieh Century”, que sin duda es el más notable que se ha escrito desde el punto de vista revisionista.
Tampoco es plan de ponerme muy pesado, porque ya he puesto antes el link al libro completo de Aynat. Una última broma de Vidal que bordea lo macabro: según una nota a pie de página, un documento es “Hull a Bern, 23 de septiembre de 1942”, es decir, que Vidal cita un fragmento de una carta que un tal Hull escribió a un tal Bern. Aynat (pág 27) demuestra cómo Vidal se dedica a tirarse faroles una vez sí y otra también, ya que ni siquiera ha tenido en sus manos la dichosa carta que dice conocer. Si al menos la hubiera tenido en sus manos, Vidal se habría dado cuenta de que no es una misiva sino un documento que Hull enviaba a la representación diplomática de Estados Unidos en Berna (capital de Suiza). Al tratarse de un texto escrito en inglés, en el encabezamiento aparece “Bern”, lo que deja en evidencia ese “análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables” del que presume Vidal en su introducción. Como indica Aynat, la personificación de Bern no es una simple errata porque Bern aparece luego en el índice analítico de final del libro.
Conclusión arbustiana: ya van dos autores que critican a Vidal por su poca seriedad. Así no parece extraño que publique varios libros al año...
Cito a continuación lo que dice Aynat (lo que entrecomilla Aynat son palabras de Vidal):
Vidal expresa con claridad la finalidad de su obra:“¿Necesita el Holocausto ser sometido a una revisión? El autor de estas líneas piensa que, efectivamente, así es. Incluso iría más allá, hasta el punto afirmar que, ciertamente, realizar una revisión del Holocausto constituye una de las tareas más necesarias en el momento histórico actual, siempre que la misma arranque del análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables. Esa es la finalidad del presente estudio. No se trata de una obra acerca del Holocausto como tal. Más bien constituye un análisis de la labor realizada en relación con el mismo por parte de los autores revisionistas.” [esto es una cita de lo que Vidal dice en su libro]Sin embargo, ninguno de estos objetivos va a ser alcanzado. La obra resulta ser un fiasco absoluto. Vidal, como se verá más adelante, ni realiza una revisión del Holocausto, ni ha tenido acceso a las “fuentes históricas contrastadas e irrefutables”, ni su análisis sobre los historiadores revisionistas puede tomarse en consideración.Un poco más adelante, Aynat (pág 20) comenta los libros que Vidal incluye en su bibliografía, demostrando que no tiene ni idea sobre el tema:En resumidas cuentas, el material empleado por Vidal para “analizar el fenómeno de la literatura revisionista” se limita a tres libros – dos de ellos, escritos hace más de treinta años – y a cinco folletos. Además, algunos de los autores citados por Vidal son completamente desconocidos en los círculos revisionistas internacionales. Ni S. Borrego ni S.E. Castan son citados siquiera una vez en el extenso índice de autores de la principal revista revisionista, “The Journal of Historical Review”, que recoge 739 artículos de fondo y recensiones de obras publicadas a lo largo de 13 años. Por otro lado, Vidal no menciona ni una sola obra – libro o artículo – de autores revisionistas de la talla de Robert Faurisson, de Carlo Mattogno, de Wilhelm Stäglich o de Mark Weber. Tampoco menciona el trabajo principal de A.R. Butz, “The Hoax of the Twentieh Century”, que sin duda es el más notable que se ha escrito desde el punto de vista revisionista.
Tampoco es plan de ponerme muy pesado, porque ya he puesto antes el link al libro completo de Aynat. Una última broma de Vidal que bordea lo macabro: según una nota a pie de página, un documento es “Hull a Bern, 23 de septiembre de 1942”, es decir, que Vidal cita un fragmento de una carta que un tal Hull escribió a un tal Bern. Aynat (pág 27) demuestra cómo Vidal se dedica a tirarse faroles una vez sí y otra también, ya que ni siquiera ha tenido en sus manos la dichosa carta que dice conocer. Si al menos la hubiera tenido en sus manos, Vidal se habría dado cuenta de que no es una misiva sino un documento que Hull enviaba a la representación diplomática de Estados Unidos en Berna (capital de Suiza). Al tratarse de un texto escrito en inglés, en el encabezamiento aparece “Bern”, lo que deja en evidencia ese “análisis directo de fuentes históricas contrastadas e irrefutables” del que presume Vidal en su introducción. Como indica Aynat, la personificación de Bern no es una simple errata porque Bern aparece luego en el índice analítico de final del libro.
Conclusión arbustiana: ya van dos autores que critican a Vidal por su poca seriedad. Así no parece extraño que publique varios libros al año...
Etiquetas: César Vidal
1 Comments:
Un superpetrolero del tonelaje de Vidal no repara en matices y como los constructores de la Torre de Babel vive en la confusión de lenguas: así traduciendo del francés Géneve, se cree que es la ciudad italiana de Génova, cuando hasta los que evaden capitales con la ayuda del PP, saben que se trata de la ciudad suiza de Ginebra, algo que ignoran los negros que trabajan como mano de obra esclava para Vidal En cuanto a sus libros tienen el mismo valor que la alcaldesa de Madrid explicando las muertes de las chicas del Madrid Arena: son basura como doña Ana Botella.
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