Loa vascos no se dopan. ¿O sí?
Guste o no, hay una manera española de hacer las cosas. O una manera antiespañola, si se quiere ver así. En cualquier caso: una manera de hacer las cosas (mal) en el Estado llamado España a 1 de agosto de 2006.
Veamos: el problema del doping está afectando a numerosos deportistas profesionales. La semana pasada se destapó el dopaje de Floyd Landis, el ciclista que había ganado el Tour de Francia; esta semana, se ha sabido que Justin Gatlin, plusmarquista mundial de los 100 metros lisos, también ha dado positivo en un control; y en España sabemos de sobra que decenas de ciclistas se han dopado en los últimos años.
En el fútbol, hasta el momento, no se han dado muchos casos de dopaje (la fuerza no basta para ganar, aunque ayuda bastante). Giovanella, un jugador del Celta de Vigo, ha sido de los pocos a los que le han puesto sanción. Sin embargo, el mayor dopado hasta la fecha lleva años yéndose de rositas: me refiero a Carlos Gurpegi, jugador del Athletic de Bilbao que dio positivo por nandrolona en el primer partido de la temporada… ¡2002-2003! Es decir, que se van a cumplir cuatro años de su positivo y todavía no ha cumplido ninguna sanción. ¿Cómo lo ha hecho este genio, se preguntaran el resto de deportistas? Muy sencillo: a la manera española.
Para evitar la sanción por dopaje, Gurpegi sólo tuvo que realizar dos maniobras muy sencillas: a) Recurrir a todo tipo de instancias deportivas, jurídicas, autonómicas, nacionales, constitucionales, y cualquier tribunal de esos que funcionan tan bien en un país tan bien coordinado como España; b) Acompañar sus interminables recursos con el argumento de que, al ser futbolista de un club vasco, estaba sufriendo una persecución “desde Madrid”, sede central del franquismo (porque en ciertos lugares, interesa que Franco no muera).
En lugar de aceptar la sanción por parte de un tribunal deportivo, Gurpegi ha llegado hasta el Tribunal Constitucional. Resulta que hoy le han comunicado que tiene que cumplir la sentencia de dos años de suspensión por dopaje, y que no hay más tu tía. Así que, a falta de otro recurso, el chaval ha salido bien aleccionado a la rueda de prensa (cito un par de párrafos del teletipo que ha salido hoy)
El centrocampista del Athletic Club Carlos Gurpegi afirmó que ya se está haciendo "a la idea" de tener que cumplir los dos años de sanción que le impuso en su día la Federación Española de Fútbol por dar positivo en un control antidopaje realizado tras el primer partido de la temporada 2002-2003 frente a la Real Sociedad en Anoeta.
"Está claro que no estoy de acuerdo con la sentencia”, afirmó Gurpegi, que denunció que "desde el principio ha habido muchas irregularidades", tantas que parecen más propias de una "película" que de la realidad. Gurpegi aseguró que ya no sabe muy bien si lo que hay detrás del proceso que ha vivido desde que dio positivo en 2003 por 19-norandrosterona tiene que ver con un asunto "político" o con "una mafia".
Conclusión: se trata de un dopaje con hecho diferencial incluido, el último grito de la España plural. La pregunta es: ¿Nos queda por ver algo más? Quién sabe. De momento, sólo le podemos pedir a nuestro admirado Gurpegi que deje de tocar los arbustos y cierre la boca de una vez.
Veamos: el problema del doping está afectando a numerosos deportistas profesionales. La semana pasada se destapó el dopaje de Floyd Landis, el ciclista que había ganado el Tour de Francia; esta semana, se ha sabido que Justin Gatlin, plusmarquista mundial de los 100 metros lisos, también ha dado positivo en un control; y en España sabemos de sobra que decenas de ciclistas se han dopado en los últimos años.
En el fútbol, hasta el momento, no se han dado muchos casos de dopaje (la fuerza no basta para ganar, aunque ayuda bastante). Giovanella, un jugador del Celta de Vigo, ha sido de los pocos a los que le han puesto sanción. Sin embargo, el mayor dopado hasta la fecha lleva años yéndose de rositas: me refiero a Carlos Gurpegi, jugador del Athletic de Bilbao que dio positivo por nandrolona en el primer partido de la temporada… ¡2002-2003! Es decir, que se van a cumplir cuatro años de su positivo y todavía no ha cumplido ninguna sanción. ¿Cómo lo ha hecho este genio, se preguntaran el resto de deportistas? Muy sencillo: a la manera española.
Para evitar la sanción por dopaje, Gurpegi sólo tuvo que realizar dos maniobras muy sencillas: a) Recurrir a todo tipo de instancias deportivas, jurídicas, autonómicas, nacionales, constitucionales, y cualquier tribunal de esos que funcionan tan bien en un país tan bien coordinado como España; b) Acompañar sus interminables recursos con el argumento de que, al ser futbolista de un club vasco, estaba sufriendo una persecución “desde Madrid”, sede central del franquismo (porque en ciertos lugares, interesa que Franco no muera).
En lugar de aceptar la sanción por parte de un tribunal deportivo, Gurpegi ha llegado hasta el Tribunal Constitucional. Resulta que hoy le han comunicado que tiene que cumplir la sentencia de dos años de suspensión por dopaje, y que no hay más tu tía. Así que, a falta de otro recurso, el chaval ha salido bien aleccionado a la rueda de prensa (cito un par de párrafos del teletipo que ha salido hoy)
El centrocampista del Athletic Club Carlos Gurpegi afirmó que ya se está haciendo "a la idea" de tener que cumplir los dos años de sanción que le impuso en su día la Federación Española de Fútbol por dar positivo en un control antidopaje realizado tras el primer partido de la temporada 2002-2003 frente a la Real Sociedad en Anoeta.
"Está claro que no estoy de acuerdo con la sentencia”, afirmó Gurpegi, que denunció que "desde el principio ha habido muchas irregularidades", tantas que parecen más propias de una "película" que de la realidad. Gurpegi aseguró que ya no sabe muy bien si lo que hay detrás del proceso que ha vivido desde que dio positivo en 2003 por 19-norandrosterona tiene que ver con un asunto "político" o con "una mafia".
Conclusión: se trata de un dopaje con hecho diferencial incluido, el último grito de la España plural. La pregunta es: ¿Nos queda por ver algo más? Quién sabe. De momento, sólo le podemos pedir a nuestro admirado Gurpegi que deje de tocar los arbustos y cierre la boca de una vez.
16 Comments:
Si tienes la mandíbula como Carl Lewis a principios de los 90s, es que te has dopado.
Qué gracioso, las tres primeras letras que tengo que meter para poder publicar el comment son P-N-V. Blogger.com se las sabe todas.
Carl Lewis, otro que tal anda... ¿y qué decir de tu admirada Florence Grifith, cuyo récord de Seúl 88 aún no ha sido superado? Un poco raro, teniendo en cuenta que en el resto de disciplinas los récords caen con el tiempo. También es raro que la mujer muriera de ataque al corazón con menos 40 años, la verdad... y es que hay que tener cuidado con lo que uno se mete.
Los records femeninos de los 80 no caen ni de coña. Te garantizo que el de 400 metros no lo verás batido nunca.
A la mierda el dopaje, pero tengo un comentario que hacer al post anterior. Me acaba de llamar mi señor padre y me pregunta por Fidel. "Parece que no casca", le digo. Me responde que eso espera con toda su alma.
Pero, vamos a ver. Pese a que su juventud fue roja, desde hace unos años mi padre pone a parir a los sociatas, es contrario a negociar con ETA y favorable a liarse a hachazos con ellos, da la razón a Israel "y a todo lo que dicen los yankis", como le recrimina mi madre. E incluso se está haciendo un poco beatillo (qué fue de aquel ateo de los 80). ¿Por qué cojones está enamorado de Fidel Castro? Quien lo entienda, que me lo cuente.
Pues no sé, Sue, resulta curioso eso que cuentas de tu padre. Por cierto, ¿sigue viendo los telediarios de German Yanke?
Hater: he mirado por ahí y he visto algún récord masculino que tampoco caerá. Por ejemplo, del de martillo, en posesión del soviético Yuriy Sedykh desde 1986. Pero sí, es cierto, en mujeres hay marcas imbatibles sin dopaje, como la de 400 metros (Marita Koch, RDA, 1985), 800 metros (Jarmila Kratochvílová, Checoslovaquia, 1983), 100 metros vallas (Yordanka Donkova, Bulgaria, 1988), longitud (Galina Chistyakova, URSS, 1988), altura (Stefka Kostadinova, Bulgaria, 1987), peso (Natalya Lisovskaya, URSS, 1987), y disco (Gabriele Reinsch, RDA, 1988).
En todos los casos, se trata de deportistas de países comunistas, de esos alabados por el ahora "honoris causa" Santiago Carillo. La Federación Internacional de Atletismo debería anular todos esos registros y partir de cero, porque es evidente que había dopaje (como sabrás, muchas mujeres acabaron convertidas en hombres después de tomar tantas hormonas). Un escándalo.
Yo, con el tiempo, me he rendido a la evidencia: el de Germán Yanke es el mejor telediario de todos con diferencia. Cuando no hablan de la ETA, del gobierno, de lo buena que es Esperanza etc., es el mejor. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla: trae a gente que sabe de lo que habla a hablar sólo de lo que sabe. ¿Economía? Un economista. ¿Ciencia? Un científico. Parece fácil, pero no debe serlo cuando nadie lo hace. El resto prefiere tener siempre a los mismos hablando de lo que no saben. God save Yanke (y a Sandra Barneda, ésa dama).
El dopaje. La gran paradoja del momento es Lance Armstrong. Se ha sabido que el dopaje era una práctica generalizada entre los ciclistas. Resulta que hay un tío que supera un cáncer y vuelve a correr, y no sólo eso, sino que gana siete Tours seguidos (algo que no ha hecho nadie y que tardará mucho en volver a repetirse) ¡cuando todos se dopaban menos él! No sólo es que sea un milagro de la ciencia que pueda volver a correr, sino que se convirtió en el mejor de todos los tiempos cuando todos hacían trampas menos él. Sólo puedo añadir: amos, no jodas.
Arb: "muchas mujeres acabaron convertidas en hombres" es un frisbee que está bien que emplees hablando con un hater, pero eso sólo ocurrió una vez, con una alemana, ahora alemán. Y los records que nunca se batirán son los de larga distancia de la China de Ma: ahora se quedan a 30 segundos de esas marcas conseguidas a base de sangre de tortuga y sangre por tortura.
Yo creo que tiene que haber más casos de cambios de sexo forzados. Se calcula que 10.000 atletas formaron parte del programa de dopaje de la RDA, así que no me creo que Heidi (luego Andreas) Krieger sea la única.
Hay que anular todas esas marcas ya.
´
Y sí, ya es raro que el único tío que no se dopa gane siete tours seguidos.
http://www.elmundo.es/salud/1998/278/01782.html
http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2005/10/09/hoy/deportes/364045.html
Eso, querido Arbusto, es la definición de frisbee: contar como hechos algo que no tiene más base que una mente deformada (en el caso de Barry) o en una base real tirando a escasamente sólida. No te preocupes, todo se pega, y leer "ese blog" todos los días (y vivir con la fundadora de la Asociación de Amigos de lo Hater y lo Chanante) debe afectar. No te lo tengo en cuenta.
Va usted de buenrollista total, amigo Quic: "haz esto, haz lo otro, te perdono esto..." Todo penoso. En lugar de tanto hablar, podría dar ejemplo con los hechos. Se me ocurre que, visto que va a salir en televisión este mes de agosto, podría pintarse la dirección de mi blog en las nalgas y hacer un poco de publicidad ante la pantalla. Eso sí que sería un detalle, y no los ladrillos de comentarios que deja aquí.
Mi mujer-hombre favorita era Dimitrova, la búlgara de las vallas. Se les fue muchísimo la mano con la pobre chica.
Como decía el de atletismo de TVE, "cualquier parecido con una mujer es pura coincidencia".
Le dieron un toque por sus comentarios sobre las atletas y desde entonces no dice nada, el muy perro. Sólo algún sarcasmo.
Lo de las mujeres-hombre de la RDA es un frisbee en todo regla. Lo digo como frisbee-stopper oficial.
Gracias, eljorje. Todos contra el frisbee, venga de quien venga.
Arbus, que te están vacilando con la mierda del frisbee, coño! Y en tu propio Blogg!
Al tipo más sagaz de toda la bloggesfera no le pueden torear unos menores. Comparar a Arbusto el Guerrero con Quic o con Haters es como comparar a los comandos de élite israelíes con los guerrilleros de Hizbulá.
Contrataca Arbus, contrataca!
Arbusto: en habiendo dos nalgas, bien podría Quic pintarse dos direcciones, siendo una de ellas, evidentemente, warriorbush, y la otra una a elegir entre Haters, ATT, CopyCat/Sue y... ejem... alguna otra :D.
¿Cabría definir "frisbee" como "demagogia insostenible proferida con el ánimo de vencer en una discusión, cosa que no consigue, pero que resulta dificil de rebatir"?
Ni frisbees ni leches: siguiendo los consejos del usuario anónimo, he de decir que seguiré tirándome el moco las veces que haga falta.
Además, declaro prohibida tal palabra en mi blog. Si tenemos la expresión "tirarse un farol", ¿para qué decir "lanzar un frisbee"?
Diccionario de la Lengua Arbustiana: el nuevo instrumento de alfabetización universal.
Ese es mi Arbusto.
Me declaro incondicional arbustiano!
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