domingo, febrero 13, 2005

Abellán humilla a Reyes y a su familia

No hay nada peor que alguien a quien desde pequeño le han reído la gracia cuando, en realidad, carece de talento alguno. Uno de los mejores exponentes de ese subgénero de graciosillos patrios es José Antonio Abellán, metido en los últimos años a pseudopresentador de un programa deportivo en la noche radiofónica. Este Abellán no deja de ser un vulgar admirador de José María García (el hecho de que lo parodie continuamente denota su obsesión) aunque, para conseguir audiencia, se presenta como imitador light de José Ramón de la Morena. En cualquier caso, tanto el original (de la Morena) como la copia (Abellán) destacan por su hipócrita campechanía y por su ignorancia de fútbol.

La última broma de este pesado de Abellán es una minucia, como quien dice. Un humorista de su programa se hace pasar por Butragueño y llama a Reyes (jugador español del Arsenal inglés) para ofrecerle fichar por el Real Madrid. El chavalito, que es bastante paleto por cierto, pica el anzuelo y reconoce que le encantaría jugar en el Madrid, además de declarar que no se adapta a la vida de Londres. Conclusión: al día siguiente la prensa inglesa monta un pollo ante el deseo de Reyes por abandonar el club que pagó una millonada por él. El jugador se muere de vergüenza, a su madre le da un ataque de nervios ( no es coña, por cierto) y los representantes del jugador anuncian una demanda contra el programa de Abellán.

La broma es la siguiente: el supuesto Butragueño llama al hermano de Reyes para comunicarle el interés del Real Madrid y pedirle, de paso, el número de teléfono del jugador. Luego el Buitre llama a Reyes y empieza a tirarle de la lengua con frases del estilo "¿Qué, ya te estás imaginando con Zidane, no?", y "Además, ¿vivir en Londres tiene que ser un coñazo, no?". Para acabar, se permite la gracia de pedir que le pongan con la madre del futbolista para reírse un rato de la señora. La mujer le agradece enormemente la llamada y confiesa: “Veinte años de alegría me has dado”.

No es de extrañar que le diera, tras enterarse del engaño, fuera un ataque de nervios. Lo raro de todo esto es cómo se puede llegar a ser tan cruel para ensañarse de esa forma con alguien que no lo merece.

Y lo peor de todo, como comenta un sabio amigo mío, es que la broma ya estaba grabada hacia unas horas. Es decir, que no es que la llamada en directo se fuera de las manos debido a la excesiva ilusión de Reyes, sino que al emitirla por la noche Abellán sabía perfectamente lo que se hacía con tal de ganar unos miles de oyentes más.

Se me ocurre una broma muy sencilla: que un imitador se haga pasar por guardia civil y le diga a Abellán en antena que su familia ha tenido un accidente de coche. Es un ejemplo, vamos. ¿Cómo reaccionaría esa mediocre persona?

Tienes el archivo sonoro en este enlace
http://www.cope.es/paginas/tirachinas_radiador.asp

(la hijoputada está a partir del minuto 10)