martes, junio 12, 2007

Tribulaciones helvéticas

Por aquí sigo, luchando contra molinos de viento en tierras helvéticas. Lo de dormir en literas hacinado con otras tres personas no se está dando tan mal como pensaba, aunque sí es cierto que de vez en cuando pasan cosas un tanto raras. Al día de llegar, por ejemplo, me di cuenta de que en la cama debajo de la mía había una figura alargada debajo de la sábana. Después de ver que el bulto seguía ahí después de varias horas, pensé en levantar la sábana para poder saber qué cojones era lo que había ahí debajo. Pero eso fue sólo el impulso inicial. Tras pensar un poco la cosa, llegué a la conclusión de que sólo podía tratarse de una de estas dos cosas: 1) Algún freak perfeccionista había colocado su ropa de una determinada manera, y por ello mejor no tocar nada de la cama; 2) Alguien había muerto y nadie se había dado cuenta así que, de nuevo, mejor no tocar nada. Pasado el tiempo la opción 1) se ha impuesto a la 2), aunque tampoco es descartable que algún “profesional” haya hecho el encargo de limpiar la habitación de cuerpos potencialmente malolientes.

Hablando de asunto sucios, uno de mis caseros pasó el sábado por la noche en chirona. Al parecer lo detuvieron por pegar (supuestamente) a un policía, cosa que él (por supuesto) niega. Además está muy jodido porque el pollo se montó en un festival de rock de un pueblo de al lado, y su detención salió anunciada a bombo y platillo en el periódico local (ya se sabe que en sitios pequeños cualquier cosa es la noticia del año). Gracias a la mediación de su padre consiguió que lo soltaran, previo pago de fianza, y ahora dice que si no le explican los motivos de la detención piensa buscarse un abogado y denunciar a la policía. Buena suerte, majo.

Por ahora he podido manejarme en la ciudad con cierta decencia, a pesar de que mi conocimiento del alemán se limita a unas pocas palabras: Volksgeist, Zeitgeist, Verfremdungseffekt, Zollverein, y creo que poco más. Aunque no tengo mucho dinero todavía no he llegado a arrastrarme tanto como un par de individuos (una feliz parejita) que he avistado esta tarde a las puertas del McDonald’s. Con tal de comer gratis, se habían ofrecido como voluntarios para probar (¡ahí es nada!) las nuevas y maravillosas delicias que McDonald’s tiene preparadas para la temporada que viene. La chica tenía un poco de decencia (tampoco mucha, para qué negarlo) pero el tío era un gañán total, que acompañaba cada bocado de hamburguesa con un montón de gestos mientras asentía con la cabeza como diciendo “esto sí que es bueno, sí señor”. Luego sorbía un brebaje que imitaba al zumo de naranja y mantenía la bebida en la boca cual experto catador de vino. Habráse visto imbécil…

De comida basura a literatura basura: si alguien no lo ha hecho todavía, por favor no leáis nada de Dan Brown. Yo no lo he leído (líbreme dios) pero puedo decir sin temor a equivocarme que libros como El código Da Vinci no hacen ningún bien a la humanidad. El otro día mi corresponsal Fran me envió el link de este blog y, la verdad, no hay nada que ejemplifique con mejor acierto hasta qué punto estos best-sellers son una pura estafa intelectual. ¿Habrá post arbustiano sobre libros recomendados para este verano? Quizá sí, ya veremos…

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4 Comments:

At 10:10 a. m., Anonymous Anónimo said...

Apoyamos la iniciativa. En ese catálogo de grandes escritores verniegos no puede faltar el inmortal César Vidal, apodado por algunos como el Dan Brown de la Mancha, con obras como esa modesta traducción del arameo de los manuscritos del Mar Muerto. ¡Qué gran genio!

 
At 10:57 a. m., Blogger Josue Quilon Barrios said...

Coincidencia? he entrado en el blog ese de Dan Brown y me ha salido esto:

El Arbusto Dorado
de Dan Brown
En un laboratorio de máxima seguridad aparece apuñalado Brian Jackson –un pesadísimo troller de los foros del Partido Republicano– con un extraño símbolo escrito con tiza en su oreja. Para el profesor Woody Presley no hay duda: El Hatajo de los Defensores del Gañán, que se enfrenta a la humanidad desde los tiempos de Pitágoras, ha regresado. Acompañado de Deborah, una joven atribulada, y Sirius, un detective, Presley comienza una carrera contra el reloj, con una búsqueda desesperada en Oriente Medio, para aclarar el misterio del Teniente Colombo. Necesitará todo su conocimiento para descifrar las claves ocultas que El Hatajo de los Defensores del Gañán ha dejado a través de los siglos en unos manuscritos que hay en Estambul y en una gasolinera de Buenos Aires, y todo su coraje para vencer al despiadado asesino, ya que el tiempo se agota y el índice Euribor está en peligro.


Ya se sabe, todos los caminos conducen a Roma, o a Arbusto. Feliz estancia en la zona helvética, manténganos informados.

 
At 12:17 p. m., Blogger Quic said...

Yo una vez dormí en una habitación de un albergue con un suizo. El tipo de levantava, se duchaba, se vestía de la cabeza a los pies y con todo puesto se volvía a dormir alguna hora más. No he visto nada más raro en mi vida.

 
At 5:17 p. m., Blogger arbusto el guerrero said...

Quic: hombre, el suizo ése era todo un freak, pero no me creo que usted no haya visto cosas más raras en la vida. Otra cosa es que no pueda hacerlas públicas por eso de respetar la intimidad de las personas, entre las que quizá me encuentre yo.

Coltrane: me interesa esa pedazo de novela. De hecho, voy a tramitar ya una demanda contra Dan Brown por apropiarse de mi nombre sin mi permiso.

Anónimo: nuestro incontenible Vidal hace ya tiempo que superó a Dan Brown como escritor de best-sellers. Sus últimas novelas (aparte de sus rigurosas biografías y sus siempre meticulosos estudios históricos) creo que trataban de Jesucristo, de los samurais y de no sé qué códigos y libros secretos más.

 

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